lunes, 13 de mayo de 2024



¿Y si el rey Juan Carlos I no hubiera apostado por la transición democrática? ¿qué clase de país sería España en la actualidad? ¿quién gobernaría? ¿qué tipo de gobierno tendríamos? ¿cómo sería la sociedad? ¿y la educación? ¿y el arte?

La transición democrática consiste en ​ el periodo de la historia contemporánea de España en que el país dejó atrás el régimen dictatorial del general Francisco Franco y pasó a regirse por una Constitución que restauraba la democracia. Constituye la primera etapa del reinado de Juan Carlos I. Esta fue esencial para llegar a la sociedad actual, cuyos pilares son la democracia, la libertad y la igualdad. Pero, ¿qué sería de España si esta transición nunca hubiese existido?

Por un lado, la transición se caracterizó por una gran participación ciudadana en la vida política, llevando a la soberanía nacional, al resurgimiento de sindicatos, a movimientos sociales y a una prensa libre. Sin esta transición, hubiese sido imposible llegar a este país democrático que es España. Puede que el poder se hubiese concentrado en la figura del monarca, Juan Carlos I, sustituyendo al anterior dictador y convirtiendo España en una monarquía absoluta. Esto llevaría inicialmente a grandes revueltas y manifestaciones por parte del pueblo español, principalmente por la clase media republicana. Para llegar a esta conclusión, me baso en la relación de Franco y la monarquía. Franco realmente era un monárquico, que apoyaba ceder el poder tras su muerte a un líder carismático y cristiano que llevaría a un sistema encabezado por la figura de un monarca. Al final optó por el hijo de Juan de Borbón, ya que Franco entendía que a la cabeza del estado siempre es mejor tener un líder que aglutina el favor y el cariño del pueblo tal y como él, según su parecer, había logrado.

Sin embargo, las revueltas aumentarían y llevarían a un total descontrol y caos del país. En cuestión de unos meses, se llevaría a cabo un golpe de Estado, liderado por figuras como Felipe González, líder del Partido Socialista Obrero Español, o Marcelino Camacho, representante de los trabajadores y sindicatos. Este golpe de Estado tendría el apoyo de la mayoría de ciudadanos de zonas urbanas, pero sería erradicado por los militares, llevando a la derrota de los sublevados. La población se asentaría, y no sería hasta inicios del siglo XX cuando el pueblo español se alzaría frente a la monarquía, llevando a Felipe VI, el nuevo monarca, a ceder ante la presión de una Guerra Civil. España pasaría a ser una monarquía parlamentaria, tal y como es en la actualidad, solo que hubiese tardado décadas en conseguir lo que se consiguió en tan solo ocho años, pasando de una dictadura, a una monarquía absoluta, y finalmente hasta la añorada monarquía constitucional.

Como líder del país, el rey Juan Carlos I hubiese tomado un enfoque más moderno frente al de las monarquías absolutas del siglo XVIII, creando consejos de políticos afines a sus ideales para encargarse del poder ejecutivo del país. Por otro lado, cedería el poder judicial a los tribunales de justicia, siendo absuelto de cualquier crimen o felonía que este pueda llevar a cabo, y debiendo seguir las leyes establecidas durante la dictadura, con pequeñas modificaciones. Finalmente, el poder legislativo también recaería en este consejo, con la aprobación del rey.

Por otro lado, la ideología principal de esta monarquía absoluta sería diferente a la del franquismo, más abierta y moderna. Sería similar a la de la transición original, con avances hacia la igualdad, el papel de la mujer en el trabajo, entre otros. Sin embargo, este cambio será afectado por el conflicto civil, que frenará el avance, retrasando el llegar a la ideología actual. La mujer durante la transición real, consiguió independizarse económicamente y dejó de ser invisible. En la época franquista, el simple hecho de que una mujer viviese sola sin ser viuda era impensable, siendo objeto de crítica hacia esta. Incluso hasta 1963 se mantuvo el código penal que reconocía a maridos y padres el derecho a matar a su mujer o hija si fueran sorprendidas en flagrante delito de adulterio. Un año después, la Ley General de Asociaciones posibilitó que las mujeres se organizasen con el fin de reivindicar sus derechos. Pues bien, esta situación cambió radicalmente al fallecer el dictador y, con él, sus medidas radicales y dictatoriales. Esta transformación se marcó además por la existencia del divorcio, algo que en nuestro mundo imaginario no ocurriría hasta tiempo después, y por la aparición de modelos de familia alternativos. Esto último también ocurriría sin esta transición, debido a la liberación de la población en cuanto al régimen franquista, desapareciendo esa conexión íntima entre el matrimonio y la maternidad, y entre la familia y el hogar, así como con la aparición de métodos anticonceptivos, y la liberación de la mujer a estar atada a una vida de ama de casa y cuidadora de hijos.

La sociedad estaría dividida principalmente en tres bandos: afines a la monarquía absoluta de Juan Carlos I, más tradicionales; a favor de un sistema democrático y una monarquía parlamentaria, principalmente intelectuales; y aquellos que apoyan una república, rechazando totalmente a la monarquía, principalmente el sector obrero. Estos serían los protagonistas en este periodo de conflicto y atraso.

Las repercusiones serían fatales en el país, causando un gran atraso a nivel europeo e internacional. Además. el país se vería sumido en una gran crisis económica, una falta de formación en los jóvenes, y una gran destrucción de infraestructuras. España se encontraría con una gran deuda, subiendo los impuestos para la población, y con problemas de subsistencia.

Ahora vamos a compararlo con lo ocurrido durante la transición. En este periodo, el país sufrió una terciarización del sector, dando valor al turismo y recibiendo grandes beneficios económicos. Sin embargo, esto no podía haber ocurrido en tal periodo de inestabilidad, por lo que el turismo en el país no alcanzaría este nivel hasta que se llegue a la ansiada monarquía parlamentaria, mucho años más tarde que como fue gracias a la transición. Asimismo, hubo un crecimiento en la población con el retorno de los emigrantes que habían huido a otros países europeos, algo que, en una situación tan precaria y llena de dudas sobre el futuro de España, no hubiese sucedido. Ese aumento de la asalarización en la población activa sería más lento, debido a un monarca perdido, que no sabe qué hacer frente a tal oposición, y que no podría dedicarle toda su atención al salario de los ciudadanos.

La creación del Estado del Bienestar fue el hecho más significativo de esta transición, procediendo a la universalización de la atención sanitaria, garantización del sistema de pensiones, aumento de la edad de enseñanza obligatoria, y presentación de una importante ayuda a los desempleados. Sin transición, y sin la creación de este Estado del Bienestar, los cambios no hubiesen sucedido, al menos hasta décadas después, atrasando la mentalidad de la propia población, y ofreciendo una peor calidad de vida.

En cuanto a la educación, en la época del franquismo, se retornó a una pedagogía tradicional, donde el profesor tiene control total, y las actividades del alumno son mínimas, simplemente memorizar y seguir las órdenes del maestro. Además, los valores del catolicismo impregnaban la decoración de las aulas y los contenidos. La educación durante el franquismo se caracterizó por los castigos físicos, apoyados incluso por los padres de las víctimas. Sin embargo, al fallecer Franco, Juan Carlos I tomó medidas para modernizar la educación del país, y así ceder ante la presión popular. Algunas de sus medidas fueron permitir la aparición de otras religiones en los colegios, la posibilidad de no estudiar religión al ser ateo, etc… Los símbolos religiosos se restringen en colegios públicos, siendo la enseñanza laica. Asimismo, los colegios tendrán la posibilidad de ser mixtos, recibiendo hombres y mujeres el mismo trato. Sin embargo, este cambio no será inmediato, y se realizará principalmente como medidas para frenar a los republicanos y demócratas. A pesar de ello, esto no será suficiente para la población.

Finalmente, en relación al arte, durante la época franquista los artistas sufrieron una gran censura en cuanto a sus obras. Artistas fueron exiliados a otros países, y los que no debían seguir las medidas del régimen, ya fuesen afines al régimen o no. Al morir el dictador, los artistas se levantarían y tratarían sus obras sin limitaciones legales. Muchos de ellos mostrarían descontento hacia el franquismo, mientras otros buscarían mostrar una nueva vida distinta, como un nuevo camino. Juan Carlos I, viéndose en una situación con una gran oposición, no podía limitar a este sector, ya que sería comparado con el dictador y se crearía un nuevo bando en contra. Por tanto, decidió liberar a los artistas de toda restricción o censura, dando lugar a obras de arte que critiquen la guerra y el franquismo, algunas que lo veneren, e incluso canciones y películas sobre esa época. Los periódicos se tomarán como forma de conocer la transición, al mostrar de forma objetiva, o al menos tanto como la propia ideología del periódico permita.

En conclusión, la transición de Juan Carlos I fue de gran relevancia para el avance económico, social y cultural del país. Sin ella, el país hubiese sufrido un gran atraso que le afectaría hasta la actualidad, desapareciendo del contexto internacional y hundiendo al país en una gran deuda.




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Comparación entre la transición democrática española y la portuguesa.

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